La que fuera monarca danesa hasta su reciente abdicación pintó el cuadro en cuestión en 1988, pero su trayectoria artística abarca varias décadas (y exposiciones).
Tras 52 años de reinado, la última monarca reinante del mundo, Margarita de Dinamarca, abdicó en favor de su hijo mayor, el actual Federico X de Dinamarca. A lo largo de estos años, la reina nunca ocultó su pasión por el arte, una afición que practicaba semanalmente. Varias de sus obras han sido expuestas en algunas de las mejores galerías de Copenhague y de todo el mundo. Entre ellas, un cuadro que pintó en 1988 y que pronto saldrá a subasta según el comunicado de la casa de subastas Bruun Rasmussen publicado el martes 30 de enero: “Usted tiene ahora la oportunidad de adquirir una obra de arte de lo más especial (y real)”. También se ha anunciado su valor estimado, que oscila entre las 75.000 y 100.000 coronas danesas (10.000 y 13.500 euros).
Ese cuadro fue regalado al entonces mariscal de la corte, Hans Sølvhøj, y ha permanecido en manos de su familia desde entonces. «La reina se inspiró en la naturaleza, expresándose con un lenguaje lírico, a la hora de crear el cuadro que se subasta. El suyo es un universo artístico muy personal», afirma Niels Boe-Hauggaard, especialista en arte moderno y contemporáneo de la casa de subastas Bruun Rasmussen. “Su extensa actividad en este campo es bien conocida desde hace mucho tiempo, pero es extremadamente poco habitual que se subasten sus obras”, añadía. Aunque muchas de sus obras ya han sido expuestas, solo aquellas galerías con un vínculo estrecho con la reina estaban autorizadas a ponerlas en venta. El cuadro saldrá a subasta en Copenhague a principios de marzo.
Pasión por el arte
Según la pagina web de la familia real danesa, «la reina Margarita II siente fascinación por el dibujo desde su infancia y trasladó su interés a una vida adulta en la que el trabajo creativo se ha convertido en una actividad prioritaria, una que cuenta con un día fijo cada semana a pesar de su apretada agenda». Fue en 1970, el año en que diseñó el sello navideño conmemorativo tradicional de cada año, cuando sus dibujos llamaron por primera vez la atención del público general. La creativa reina también destaca en la pintura a la acuarela, el decoupage, el bordado y el diseño de vestuario. Una auténtica alma de artista a la que podrá sacar mucho más provecho ahora que su hijo Federico ocupa el trono.