La minifalda, las transparencias, la sastrería, las piezas funcionales… Estas son las prendas y los estilos que definirán los próximos meses
LA MINIFALDA
Ha aparecido entre las propuestas de las grandes casas en su versión más pura, es decir, muy, muy corta; un alegato al hedonismo que no puede obviarse. Es lo que se desprende de casi todas las marcas que han incluido una en sus desfiles, pero destaca sobre todo la de Prada.
Esa misma idea de sensualidad también estuvo en Miu Miu, otra de las firmas que más y mejor ha alardeado de esas medidas escuetas gracias, además, a colocar la cinturilla en la cadera, en un guiño evidente y efectista al estilo de los años 2000, tan presente aquí y ahora. Lo mismo que se ha visto en Blumarine, Balmain o Loewe, que recurre a la asimetría para añadir un giro a esta falda.
EL ESTAMPADO DE RAYAS VERTICALES
Este es otro ejemplo de esa diversión que ahora se reivindica en la moda, de esa alegría de vestir que impregna un ‘print’ tan contundente como este. Porque referencias a ‘Beetlejuice‘ aparte, lo llamativo es que desde Marni hasta Carolina Herrera New York han caído en la literalidad de las líneas en blanco y negro, solo que sofisticándola gracias a que llenan vestidos largos.
EL COLOR BLOCK TRADICIONAL Y PASTEL
Las dos paletas predominantes esta primavera-verano 2022 son opuestas en su intención: mientras que la más vibrante y saturada pretende erigirse como un revulsivo visual, como un remedio estético contra la apatía y la incertidumbre, la segunda pretende calmar, aportar cierta sensación de bienestar que, curiosamente, también puede tener el mismo efecto energizante que la anterior. En una destacan los rosas fucsia y los naranjas; en otra, los lilas, celestes, amarillos y verdes pálidos. Así que ¿Qué tienen en común? El modo de uso
EL COLOR BLANCO
Sí, es cierto que la mayoría de los estilismos de la primavera-verano 2022 aparecen con varios tonos, jugando con combinaciones cromáticas a veces arriesgadas que son reflejo del jolgorio de volver a vestirse, con suerte, para la calle. Sin embargo, la sonora excepción son los looks inmaculados, blancos de pies a cabeza, que llevan a territorios conocidos y seguros.
LAS TRANSPARENCIAS
Podría ser evidente que las telas ligeras que dejen ver el cuerpo sean tendencia en primavera-verano 2022. Lo es. Pero ya se ha mencionado que recorrer territorios conocidos y seguros es otro de los ejercicios que han realizado las marcas esta temporada (ante tiempos inciertos, viejos amigos), y no es uno que se deba desdeñar: el cuerpo vuelve a estar en el centro, así como una exposición consciente y orgullosa del mismo.