Pasaron 25 años desde la muerte de Lady Di, sin embargo su ausencia física no impide en que su nombre deje de ser el centro de atención y, sobre todo, de polémicas. De su vida íntima, su aporte en la familia real y su cariño en la gente mucho se dijo, mientras que sobre su relación con sus hijos se revelaron algunos archivos en los que se los ve juntos, luego del divorcio de Carlos. Se la mostraba como una madre relajada y con el objetivo de que tanto Harry como William vivan días normales, a pesar de ser parte de la familia real. Pero ahora, fue el heredero al trono quien se convirtió en el foco de atención debido a que en su biografía se indica que “sentía vergüenza de su madre”.
“Papá no me avergüenza, mamá sí”, habría dicho el heredero al trono cuando apenas era un pequeño y Carlos y Diana eran el centro de atención de todo el mundo. Estas palabras fueron difundidas por el medio The Daily Mail, que ahondó sobre el próximo libro biográfico llamado William ante los 40, el proceso de un rey moderno, escrito por Robert Jobson, en conmemoración del cumpleaños del príncipe, el 21 de junio.
Esta fuerte frase lanzada por el aquel entonces niño y la realizó en el contexto de una cena organizada por el príncipe Carlos, en la que estaba presente la periodista del Daily Mail, Bel Mooney, y su hija Kitty. En una charla de adultos, coincidieron en el fanatismo con la serie The Goons, y la mujer comenzó a cantar la cortina musical de la ficción. Un tanto ajenos a la situación, los niños observaban a sus padres, que estaban muy contentos. Fue la niña quien indicó que le avergonzaba su madre y allí William indicó que sentía lo mismo con la suya.
Sin embargo, es de público conocimiento la buena relación que Diana mantenía con sus hijos, especialmente con el mayor de ellos, al que según el autor lo apodaba: “El hombre de mi vida”. A pesar de ser apenas un niño, William ya dimensionaba todas las dificultades que vivían en la familia, sobre todo la tristeza que atravesaba su madre. Tal es as, que cuando tenía 10 años desconcertó a su madre al indicarle que quería ser policía, para protegerla.
Este no fue el único acto de amor del pequeño a su sufrida madre. Otro recuerdo que rememora Jobson en su escrito, fue cuando se efectivizó el divorcio entre Diana y Carlos. Allí el joven se enteró que su madre perdería su título real e intentó llevarle tranquilidad: “No te preocupes, mamá, te lo devolveré un día, cuando sea rey”. El amor era mutuo, tal es así que hoy los hermanos pueden recordar a su madre con archivos audiovisuales en los que ella los besa, juega y recorre lugares con sus compañías, al ser ellos el gran motivo por el que ella perseguía la felicidad.
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