La muestra en el Museo Nacional de Arte busca reivindicar el legado pictórico de la artista uruguaya.
La exposición Petrona Viera. Una creación sin fin, en el Museo Nacional de Arte (Munal), es una gran oportunidad para reivindicar a la pintora uruguaya (1895-1960), que durante años había sido subestimada a pesar de su excepcionalidad artística, que trasciende fronteras.
Héctor Palhares Meza, director del Munal, comentó que la obra de la pintora uruguaya viene a México luego de haber estado en otras latitudes, en el Museo Nacional de Artes Visuales, de Montevideo; en la Galería Nacional de Santo Domingo, en República Dominicana; en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Chile y, en el Museo de las Artes en Washington, en Estados Unidos.
El funcionario estaba acompañado por el embajador de República Oriental de Uruguay, Aníbal Fernando Cabral Segalerba.
“Ha sido de un gran ánimo para nosotros tener a la figura de una portentosa artista que vive en una época compleja y convulsa, en una época donde la gente se encuentra supeditada a diferentes coordenadas de tiempo y espacio, que sin embargo sobresale como una artista por derecho propio, una mujer que por una enfermedad en su infancia queda sorda, pero esas limitaciones las vuelve una plataforma de creación y de libertad”, dijo Palhares, quien también historiador del arte.
El directivo dijo que Petrona Viera era una artista de vanguardia que se desarrolló en los años 20 y 30 del siglo XX, y que ella misma será su protagonista.
“Petrona Viera una creación sin fin llega al Museo Nacional de Arte a partir de ahora y hasta el próximo abril de 2024 para abrazar a todos los públicos, para compartir temáticas, no solamente en una estética femenina desde la voz de una mujer, sino que abraza así otros tiempos, otros pulsos, escenas cotidianas, costumbristas, imágenes elaboradas bajo el Planismo”.
Se trata de una modalidad de la pintura en Uruguay en el periodo de 1920 a 1930, de acuerdo con el escritor y crítico Eduardo Dieste.
Tender puentes
Palhares Meza detalló que en el Munal, Petrona Viera se encuentra con artistas nodales, ya que para el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura siempre es importante tender puentes con sus acervos nacionales.
Por eso las 26 obras de Petrona Viera, entre óleos, dibujos y grabados, dialogan con seis creaciones de artistas como Mariana Yampolsky, Elizabeth Catlett, Manuel Rodríguez Lozano y Germán Gedovius, bajo el diseño curatorial de Ramón Avendaño.
“Para nosotros es una fiesta, un regocijo tener a Petrona Viera de la hermana República del Uruguay y tener estos pulsos de voces latinoamericanas que hoy más que nunca ponderan, crean sinergia y hablan a una sola voz”, enfatizó el director del museo.
Al tomar la palabra, el embajador Cabral Segalerba destacó que Viera es una gran artista uruguaya que sigue siendo contemporánea.
“Yo solo quiero darle la significación y el marco histórico para decir que Petrona se desarrolla en los primeros años del siglo XX en Uruguay, en un momento en que probablemente allí se generó una cultura de vanguardia a nivel latinoamericano y a nivel mundial.
“Se dieron una serie de circunstancias como el arribo de una enorme cantidad de inmigrantes, muchas veces por razones políticas, otras veces por razones económicas, lo que puedo decir es que la mayor parte venía de Europa”, concluyó.