La vida de Harry, el hijo menor del rey Carlos, ha estado rodeada de escándalos. Te contamos cuáles han sido los más grandes.
Desde niño siempre mostró una personalidad rebelde que lo metió en más de un problema y así sigue hasta hoy, en estas casi cuatro décadas de vida, ha acumulado una lista de escándalos uno más grande que otro. ¿Cuáles son los errores del príncipe Harry que más recuerdas?
La princesa Diana quedaba sorprendida y avergonzada cuando Harry sacaba la lengua a los paparazzis y, el ahora rey, Carlos III nunca olvidará todos los problemas mediáticos en los que su hijo se metió, y que él como padre, tuvo que salir a disculparse y dar explicaciones.
Cuando conoció a Meghan Markle en 2016, pensamos que su etapa rebelde había pasado pero fue todo lo contrario, se agravó más. Parece que la vida de los duques de Sussex transcurre de escándalo en escándalo.
Los escándalos de Harry
Aquí les presentamos los 5 escándalos más sonados en la vida de Harry.
1) Máscara contra cabellera (lente paparazzi contra príncipe encantador)
La muerte de la princesa Diana en 1997, se produjo mientras era perseguida por un grupo de paparazzis, este hecho traumatizó por igual a sus dos hijos, dejándolos con un gran resentimiento contra estos polémicos personajes.
En 2004 cuando tenía 20 años, Harry protagonizó una pelea contra uno de estos fotógrafos y, como era de esperarse, llegó a los titulares en todo el mundo. Era de madrugada y Harry salía de un conocido club nocturno en Londres cuando de pronto se le abalanzaron para conseguir una mejor toma y de paso provocarlo. En aquel entonces una foto de Harry tomada sin permiso alcanzaba la suma hasta de 35,000 libras pero si el príncipe salía enojado o peleándose, el precio podía duplicarse, así que los paparazzis sabiendo lo mucho que odiaba Harry los flashes, acercaban su cámara hasta pegarle y desquiciarlo. En un momento dado un paparazzi le colmó el plato y el príncipe reaccionó cual pugilista olímpico hasta dejarlo muy golpeado.
El fotógrafo dijo que Harry estaba alcoholizado pero no era cierto, simplemente estaba enojado, muy enojado. La prensa publicó las fotos de aquel altercado dañando la imagen del hijo menor de Diana y calificándolo de agresivo.
Después de ese día el príncipe le pidió a su guardaespaldas que para no tener la tentación de golpear a un paparazzi, mejor lo sacara del lugar en la cajuela y así fue. Nunca más se vio salir a Harry de un centro nocturno.
2) El famoso disfraz de Nazi
Corría el mes de enero de 2005 y un amigo de William había organizado una fiesta de disfraces por su cumpleaños. El tema era más que polémico “Nativos y Colonos”.
A Harry nunca le había gustado disfrazarse y en esta ocasión no era diferente. No sabía que traje elegir en una tienda para alquilar disfraces, estaba entre el de nazi o el de un piloto de la aviación británica.
En su libro Spare sorprendió al decir que había llamado a William quien se encontraba con su nueva novia, una chica llamada Kate (Middleton), para pedirles su opinión. “El uniforme Nazi” le dijo la pareja. Ese detalle no lo supimos hasta este año cuando Harry publicó sus memorias. Pero en aquel entonces fue todo un escándalo.
Harry llegó a la fiesta junto a William y Kate. El esposo de Meghan se la pasó bomba en la fiesta y consideró su outfit todo un acierto pues nadie en la fiesta se percató de él. Pasó desapercibido. Estaba tranquilo porque William sí que había hecho el ridículo con su traje de felino con unos leotardos y cola retorcida que más bien parecía un bailarín de ballet. Una persona en la fiesta tomó fotos y las vendió a un diario por 5,000 libras.
El escándalo que se produjo al ver al nieto de la reina Isabel II vestido de Nazi fue mayúsculo. No hay que olvidar que durante la segunda guerra mundial Hitler y su ejército bombardearon el Reino Unido dejando medio Londres destruido y miles de muertos. A la propia monarca y la familia real le tocó esquivar varios bombardeos. Tomando en cuenta lo anterior se podrán imaginar el escándalo que se desató, incluso miembros del Parlamento pidieron su cabeza y con toda razón.
El hoy rey Carlos III envió a Harry para hablar con el rabino jefe del Reino Unido para que le explicara lo que para muchos hombre, mujeres y niños fue vivir bajo el dominio nazi. Harry entendió la lección según lo narra él mismo en su libro, y aunque quiso culpar a William y a Kate que supuestamente lo aconsejaron para que eligiera ese disfraz, lo cierto es que ese capítulo lo perseguirá el resto de su vida.
De hecho fue un arma de los medios cuando en marzo de 2021 en su entrevista con Oprah él y Meghan dijeron que habían vivido racismo dentro de la familia real. “¿racismo? y qué me dices de tu disfraz de Nazi?”escribieron los tabloides ingleses. Harry guardó silencio.
3) Lo que pasa en Las Vegas, ¿se queda en Las Vegas?
Hace ya poco más de una década, el 17 de agosto de 2012, Harry y un grupo de amigos del ejército habían acordado viajar a Las Vegas, antes de una cita con la muerte en Afganistán, una estancia de 20 semanas de finales del 2012 a principios del 2013.
El príncipe no estaba muy seguro de ir pero sus compañeros lo convencieron de que había que disfrutar la vida porque su estancia en Medio Oriente siempre era peligrosa. Harry y sus amigos se hospedaron en el Hotel Wynn en una suite de dos plantas y 580 metros donde disfrutaron de un asado y muchos bloody marys hasta que una noche después de jugar blackjack en un casino el grupo regresó a la la lujosa suite acompañados por cinco empleadas del casino y dos jóvenes más. Comenzaron a jugar billar entre todos hasta que a Harry se le ocurrió subir la apuesta: “Strip billiard” una partida de prendas que en poco tiempo dejó desnudos a la mayoría del grupo.
Al día siguiente Harry se encontró fuera del hotel a un amigo que miraba su celular con la boca abierta “Una de las chicas del blackjack te hizo fotos y las vendió”. Harry y sus partes íntimas se ventilaban en los kioscos del mundo entero, además de hacer explotar internet. Pero nadie veía venir la reacción del ejército no sólo en el Reino Unido sino de otros países, hombres y mujeres se tomaron fotos desnudos y los subieron a sus redes sociales en son de apoyo al capitán Gales.
Carlos fue más comprensivo y es que no podía ser de otra manera, él también había sido fotografiado desnudo durante unas vacaciones en Francia años atrás, así que fue más misericordioso con su hijo de lo que imaginamos.
4) El pasado siempre es presente
Cuando el entonces príncipe Carlos le encontró marihuana a Harry que tenía por aquel entonces sólo 16 años, se horrorizó. Era su época en Eton y un compañero fue quien le dio a probar esta hierba. De inmediato lo envió al centro de rehabilitación Featherstone Lodge para que la dejara cuanto antes.
Esta información llegó a oídos de la prensa y fue inevitable un escándalo. El palacio tuvo que emitir un comunicado “Este es un asunto muy serio que se resolvió en familia, y ahora está en el pasado y cerrado”. Pero los esfuerzos del hoy rey de Inglaterra para alejar a su hijo menor de las drogas no sirvió de mucho pues Harry siguió fumando aunque esporádicamente.
En su libro Spare, Harry reveló haber consumido marihuana, cocaína y ayahuasca. A esta última la definió como una experiencia reveladora que le había aportado una sensación de relajación única después de muchos años de sufrir ansiedad, además asegura Harry, le sirvió para curar sus traumas de la infancia.
Al ser publicada esta información en su libro en enero pasado, se armó un escándalo mayúsculo en Estados Unidos ya que en el trámite para sacar su visa hay un apartado donde se pregunta si el interesado ha consumido drogas, si la respuesta es positiva, casi siempre se le niega este permiso. Pero lo más grave es mentir en este apartado ante el departamento de estado, esto tendría consecuencias graves para Harry pues podría ser deportado y se vería imposibilitado de solicitar la ciudadanía estadounidense.
De inmediato los conservadores exigieron al gobierno de Joe Biden que hiciera públicos los papeles de inmigración de Harry y así comprobar si el príncipe había mentido o no. Por supuesto esta solicitud nunca se compartió. Los Biden aprecian no sólo a la familia real sino también al esposo de Meghan Markle.
5) Objetivo de los talibanes
El libro Spare de Harry, claro, le sirvió de desahogo pero le duró poco el gusto porque también fue una obra que golpeó su imagen más que la de la familia real, que era el objetivo principal. Sí chicos, la vida es un boomerang, hay que tener cuidado.
Inocentemente en Spare, Harry contó muchos aspectos de su vida, incluyendo los relacionados a su faceta militar que por supuesto no debió contar nunca. Sus relatos sobre su estancia en Afganistán no sólo afectaron su reputación sino que lo llevaron a ser objetivo del grupo talibán, Al Qaeda. Así de grave se puso la cosa.
En uno de los capítulos contó de manera irresponsable cómo eliminaban a los talibanes confesando incluso el número de personas que había matado en su vida. “Mi número es 25”. Y agregó que no era un número del que se sintiera orgulloso pero que tampoco lo avergonzaba.
Lo más fuerte es que comparó el matar a éstos terroristas como si fueran piezas de ajedrez que caían uno tras otro, “Eran piezas de ajedrez retiradas del tablero. Malos eliminados antes de que pudieran matar a los buenos” escribió.
Inmediatamente los Talibanes a través de su revista “One Unmah” llamaron a todos los miembros de Al Qaeda a matar al príncipe Harry “Las manos islámicas son las que deben tomarse su justa retribución” se podía leer en la publicación. También pidieron a la Familia real que no se le protegiera más. Si Harry y Meghan decían que necesitaban seguridad para no vivir episodios como el que vivió la princesa Diana, después de esta escandalosa confesión y ante la furia talibán, ahora sí que necesitan un buen equipo de seguridad.