Como cada 10 de diciembre la familia real de Suecia ha lucido sus mejores galas en la entrega de los Premios Nobel.
Un año más la familia real de Suecia ha presidido la ceremonia de entrega de los Premios Nobel, celebrada como es tradición la tarde del 10 de diciembre en la Sala de Conciertos de Estocolmo.
Los reyes Carlos Gustavo y Silvia han ocupado un sitio de honor sobre el escenario junto a la princesa heredera Victoria y su marido, el príncipe Daniel, mientras que el príncipe Carlos Felipe y la princesa Sofía han presenciado la gala desde el patio de butacas. Los grandes ausentes de esta edición de los Nobel han sido una vez más la princesa Magdalena y su marido, Chris O’Neil, quienes si bien decidieron volver recientemente a Suecia después de vivir unos años en Estados Unidos, aún tienen una presencia limitada en los actos de la casa real.
La ceremonia de los Nobel tiene la etiqueta de gala, lo que conlleva el uso de tiara y vestidos largos para las mujeres de la familia real y frac en el caso de los hombres. La princesa heredera Victoria ha combinado la tiara y el resto de joyas del parure napoleónico de amatistas con un vestido de color morado (y esmalte de uñas del mismo color) a juego con las piedras de esta histórica joya. Se trata de un set de joyas que perteneció originariamente a la emperatriz Josefina, la esposa de Napoleón, y luego a una de sus nietas, la reina Josefina de Suecia.
El vestido es de Camilla Thulin y se trata del mismo que llevó el año pasado durante la cena de gala con motivo de la visita a Suecia de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Países Bajos.
La reina Silvia ha optado por la antigua tiara de nueve puntas de la reina Sofía, la consorte del rey Oscar II de Suecia, y un vestido de color rosa con aplicaciones de brillantes en la chaqueta, mientras que la princesa Sofía ha combinado un vestido negro con la tiara de diamantes y esmeraldas que sus suegros los reyes le regalaron por su boda en 2015.
La entrega de los Nobel continuará con el tradicional banquete en el ayuntamiento de Estocolmo. Mientras, en Oslo, la familia real de Noruega ha presidido la entrega del Premio Nobel de la Paz, una ceremonia que tradicionalmente tiene lugar en Noruega de manera separada a la del resto de galardones. El acto se ha celebrado en el ayuntamiento de Oslo, donde los reyes Harald y Sonia y los príncipes Haakon y Mette Marit se lo han entregado a los hijos de la activista iraní Narges Mohammadi, ganadora del Nobel de la Paz de este año, porque ella ha sido encarcelada.
